Artistas neoyorquinos se han atrevido a transformar los soportes publicitarios que pueblan las calles de la ciudad en improvisados espacios para encuadrar sus obras. Así lo recogía el periódico El País del 9 de mayo.
No ha sido fácil, la policía de Nueva York es implacable con las infractores de normas cívicas y siempre anda al acecho. Las obras pudieron resistir durante 24 horas. DickChicken, uno de los participantes se consolaba diciendo: "no importa la naturaleza transitoria del proyecto porque no se trata del producto en sí, sino de la experiencia del momento. Todo lo que ha llegado al mundo del arte estos años - fama, dinero... - no es real. El arte es como la vida: es el aquí y el ahora".
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