En el pueblo vizcaíno de Elorrio la paradoja se manifiesta en un rótulo que atrae la vista de los viandantes: "Pescadería Rosi". Lo que expresa el rótulo podríamos decir que no encaja con su diseño gráfico. Antes pensarías que se anuncia una ludoteca, una tienda de abalorios o un encantador salón de té para pasar las oscuras tardes de invierno de Elorrio. Es precisamente esa paradoja la que provoca una atracción irresistible hacia su interior.
Apostemos por invertir las asunciones "inamovibles" de nuestro negocio y veremos resultados muy interesantes.
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¡Me encanta! :)
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