viernes, 23 de abril de 2010
Pasión
Este chico que aparece aquí fotografiado es Steve Jobs, en los primeros tiempos de su empresa Apple. Al poco tiempo de nacer se dio cuenta que necesitaba una buena dosis de profesionalidad. De ser una pandilla de hippies habían pasado a ser una gran empresa con un futuro más que prometedor. De modo que Jobs decidió tirar los tejos a John Sculley, el presidente de Pepsi.
A Sculley le picaba la curiosidad y flirteó con la posibilidad sin dar mucha oportunidad de dejarse embelesar por el joven Steve Jobs. Renunciar a su posición a cambio de entrar en una empresa joven y arriesgada como Apple era algo que no entraba en sus planes.
Un día coincidieron los dos en Nueva York. Mirando a Central Park Steve Jobs se dirigió a Sculley y lo desafió con descaro: "¿Quieres vender agua azucarada durante el resto de tu vida o prefieres cambiar el mundo?".
Steve Jobs está lleno de luces y sombras pero nadie puede negar la pasión que pone en lo que hace. Tener la sensación de que tu trabajo sirve para cambiar el mundo es enormemente embriagador.
Por si alguien lo pone en duda, Sculley aceptó.
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