Una lección de reconocimiento

Una vez, hace un par de años me pidieron que hiciera una propuesta para un gran grupo de distribución en el sector consumo. Querían montar un plan de reconocimiento para todos los empleados de los hipermercados, unos 20.000. El plan deberían ir ligado a los objetivos estratégicos de la compañía y, en definitiva, debía servir para lograr una mayor motivación de los trabajadores e incrementar por consiguiente su rendimiento y productividad. Difícil propósito, pensé y finalmente el proyecto no salió por falta de presupuesto. Un plan de reconocimiento para 20.000 empleados sale caro.

Desde entonces he tenido la intuición de que los planes de reconocimiento de las empresas, cuando es algo fabricado para la situación, no tienen vida y al no tener vida no tienen alma, y al no tener alma no transmiten absolutamente nada.

Amaya Cotarelo nos ha dado los buenos días esta mañana tras su paso por el taller de ilustración infantil organizado por Ilustrarte de este fin de semana y con su saludo nos ha dejado una anécdota que me ha hecho recuperar mi comprensión sobre lo que supone un auténtico y desinteresado reconocimiento de la empresa hacia sus empleados.

Amaya trabaja en una agencia de publicidad y aunque se suele decir que éste es un sector muy duro, exigente, competitivo y nada amable, su jefe ha demostrado que los clichés se pueden derribar cuando las personas son más personas y menos "jefes", entendiendo por jefe toda la cantidad de atributos e ideas preconcebidas que se puedan reunir en torno al mismo.

Su jefe, en el blog de la empresa dice de ella: Nuestra compañera Amaya dibuja.Y dibuja como quien respira. Seres de todo pelaje y condición nacen de su cabeza, se deslizan por su brazo y atraviesan la tableta gráfica conectada a su Mac. Luego se alojan en la pantalla, viajan hasta su blog, se posan discretamente en vuestro facebook, en su fotoblog o aterrizan en los correos de sus muchos amigos, y consiguen que todos sonriamos.
Ella ha creado muchísimos seres y creemos que sería una pena que sólo podamos verlos quienes la conocemos. Así que le hemos pedido que nos deje una pequeña selección. Esperamos que os gusten."

Pues sí nos han encantado las ilustraciones de Amaya pero también hemos disfrutado muchísimo con los comentarios del jefe. Gracias a los dos.