Agitando la neuronilla

El pasado fin de semana asisitimos a un taller de la Fundación Neuronilla. Resultó un tiempo bien invertido, relajante y estimulante al mismo tiempo.

Aprendimos que para estimular la creatividad hace falta promover estados de desinhibición (aquí cada uno ha de saber donde está su límite) que logren desenfadar los registros mentales que habitualmente manejamos cuando se trata de profundizar en cuestiones "serias", como son los problemas a los que se enfrentan nuestras empresas.

Introducir momentos lúdicos, placenteros o humorísticos no está en absoluto reñido con la profesionalidad o el rigor. Empíricamente demostrado!

El miércoles ya pusimos en práctica este reciente aprendizaje en el taller de creatividad que impartimos para la Fundación Horizonte XXII de Ciudad Real.