El pasado domingo nos encontramos en El País una entrevista al consejero delegado de Google, Eric Schmidt.
Una de las preguntas que más nos llamó la atención fue esta: ¿Qué hace falta en Europa para que se desarrolle un sector tecnológico a la manera de Silicon Valley?, a la que el señor Schmidt no dudó en responder: "Tres cosas: Las universidades punteras y las sociedades de inversión, que ya las tienen. Pero a los europeos les cuesta mucho la tercera: permitir el fracaso. Si no fallas, no aprendes".
La afirmación es totalmente cierta y en la cultura europea debemos liberarnos de ese recelo al fracaso si queremos ser realmente competitivos e innovadores. Eso es lo que nosotros en nuestros cursos y talleres repetimos sin parar, no hay que tener miedo al fracaso, si no pruebas ¿cómo sabes que no funcionará? No tener miedo a equivocarse es una de nuestras máximas para desarrollar el pensamiento creativo. Es imposible aportar ideas originales cuando el miedo al rechazo y a la equivocación nos paraliza. Creemos que es importante asumir el riesgo del error y que equivocarse no es más que un paso previo para llegar al objetivo final que nos ayuda a aprender y conseguir mejores soluciones.
Sin llegar a confundir fracaso con negligencia debemos cultivar en nuestras organizaciones la cultura del fracaso, lanzarnos a la piscina para desarrollar nuevas iniciativas nos ayuda a descubrir nuevos caminos que no habríamos descubierto.
Una de las preguntas que más nos llamó la atención fue esta: ¿Qué hace falta en Europa para que se desarrolle un sector tecnológico a la manera de Silicon Valley?, a la que el señor Schmidt no dudó en responder: "Tres cosas: Las universidades punteras y las sociedades de inversión, que ya las tienen. Pero a los europeos les cuesta mucho la tercera: permitir el fracaso. Si no fallas, no aprendes".
La afirmación es totalmente cierta y en la cultura europea debemos liberarnos de ese recelo al fracaso si queremos ser realmente competitivos e innovadores. Eso es lo que nosotros en nuestros cursos y talleres repetimos sin parar, no hay que tener miedo al fracaso, si no pruebas ¿cómo sabes que no funcionará? No tener miedo a equivocarse es una de nuestras máximas para desarrollar el pensamiento creativo. Es imposible aportar ideas originales cuando el miedo al rechazo y a la equivocación nos paraliza. Creemos que es importante asumir el riesgo del error y que equivocarse no es más que un paso previo para llegar al objetivo final que nos ayuda a aprender y conseguir mejores soluciones.
Sin llegar a confundir fracaso con negligencia debemos cultivar en nuestras organizaciones la cultura del fracaso, lanzarnos a la piscina para desarrollar nuevas iniciativas nos ayuda a descubrir nuevos caminos que no habríamos descubierto.
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