miércoles, 7 de julio de 2010

Farsantes



Idris Mootee es el jefe de "Idea Couture", una consultora especializada en innovación estratégica y diseño de experiencias. Ha reflexionado sobre cuáles son los mayores impostores en materia de innovación y le han salido 5 tipos diferentes. Nosotros nos atrevemos a coger sus ideas y adaptarlas a nuestra propia experiencia:

1. "Sr. y Sra. Siempre Feliz": a cualquier cosa le llaman innovación, incluso a un envase con un color distinto. No entienden la diferencia entre conceptos como innovación incremental, innovación radical o simples mejoras de diseño. Son felices y se sienten creativos.

2. "Sr. y Sra. Vamos a Cambiar el Mundo": son los que se sienten revolucionarios pero no tienen la menor idea de cómo dar los primeros pasos. Utilizan expresiones del tipo "¡no existe lo imposible!" pero al instante se dan cuenta de lo limitadas que son sus posibilidades. Son modernos y hippies y beben vinos selectos de marcas que sólo ellos conocen.

3. "Sr. y Sra. Cero Ideas": tienen muchísimo interés en la innovación, leen un montón de libros sobre el tema y hasta se atreven a escribir alguno. Se hartan de decir cosas como "cambiemos el juego haciendo algo diferente", pero luego no se les ocurre nada. Se les llena la boca con conceptos como "colaboración", "apertura", "escucha", pero tienen miedo de ir más allá por si son descubiertos. Como ese tipo de gente que te habla de montar empresas pero nunca ha montado una.

4. "Sr. y Sra. Cuestionarios": piensan que la gente les dirá lo que tienen que hacer y se pasan la vida haciendo preguntas. Tienen muy claro que sus clientes son expertos innovando, que serán ellos los que les dirán qué hacer el próximo año. Muchos lo hacen porque así tienen un pretexto cuando llega el momento de pegarse el tortazo: "bueno, hicimos lo que nuestros clientes querían que hiciésemos". Y a continuación diseñan un cuestionario para preguntar qué fue lo que falló.

5. "Sr. y Sra. Fórmula Mágica de Spontex": son la gente que se pasa la vida intentando convencerte de cómo se utiliza un determinado método porque es el mejor para ser creativos y transformar tu empresa. Te permiten incluso utilizarlo en formato on line o te piden que les atiendas en tus horas de trabajo para cambiar por completo las reglas del juego. Luego meten sus sombreros o sus dibujos o sus plastilinas o sus marionetas en sus maletas y te dicen: "voilá". Se olvidan que las herramientas no son nada sin algo que las sostenga. Como decía Chesterton: qué formidable es la presencia de una ventana abierta a un paisaje maravilloso, que al abrirla permite que una agradable brisa llene toda la habitación ... pero a veces nos olvidamos que esa ventana necesita de una pared.

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